Sáciame

(Vadim Piscaryov)


Sáciame. Imperativo o súplica, qué más da. Sáciame desde la cascada curva de tus ojos. Si su brillo se desborda sobre los míos, nuestros cuerpos rozarán un manantial que siempre hemos deseado encontrar. Abramos de par en par nuestras bocas. Rodeemos nuestros contornos y que crezcan y se expandan. Toquemos cada punto de nuestra piel, haciendo aflorar sonidos. En nuestros dedos hay prolongaciones no reveladas. Luego, tú te pondrás sobre mi barro. Yo me colocaré sobre tu savia. Sin prisa, sin ansiedad. Bebamos de lo que cada uno tenía y no tenía del otro, y no lo sabíamos. El asombro estaba muy hondo. Cada sentido de nuestro cuerpo evoca algo diferente. Cada zona sugiere un hallazgo pendiente. Hallémonos, pues, en esa entrega. Seremos los amantes de las fases de la luna. Esquivaremos al sol para arremeternos a espaldas suya. Concebiremos las pruebas del placer a través de las cuatro estaciones. Sáciate en mi. Ya no aborrecerás el tiempo perdido.