Háblame

(Elizabeth Opalenik)


Háblame esta noche con la voz necesaria.

La voz que engarce con la mía
para rastrear los vacíos que aún me agujerean
y llenarlos de esperanza.

Háblame para que yo hable
de tu mirada.

Háblame para que tú acaricies
mis silencios.

Háblame del río donde nos bañamos
y sentimos nuestros cuerpos
nacientes.

Háblame de la orilla que nos espera.

Háblame del sol al atardecer
y de la luna en la madrugada.

Háblame de tu piel que se cita
con mi piel
allá donde se cuentan todos los secretos.

Háblame del aroma que desprendes
cuando cruzas el umbral de mi sexo.

Háblame de mi sueño imposible
cuando no duermo
porque no yazgo a tu lado.

Háblame de que el tiempo es una falacia
y que hemos llegado hasta nosotros
para conjurarlo.

Háblame del ascenso a aquella cima
desde la que me miraste un día
a mi
hundido en el valle perdido.

Háblame de la calma
y de la ansiada serenidad de la cual soy
un huérfano.

Háblame del hombre insatisfecho
que arrastro
a través del desierto de las soledades.

Háblame de la fuente donde bebemos.

Háblame
yo te hablaré de ti.