Contacto

(Ralph Gibson)

Tus manos parecen más pequeñas que las mías, pero no lo son. Tus dedos parecen más tímidos que los míos, y acaso lo son. Es la hora en que la tarde de estío avanzado deja caer los cuerpos. Una siesta sin siesta. Los pensamientos se fugan hacia donde tú estás. Merodean sobre la órbita de tu cuerpo. Entran a través de una retina que se abstrae. O que se deja caer hasta donde yo estoy. Al entreabrir mis dedos siento toda tu longitud. Tal es la calidad que tus dedos manifiestan en su aparente apocamiento. Tocas lo inguinal de mis dedos y te apoyas. Estás esperando que tire de ti. Lo hago. Tras tu mano vendrá tu boca, vendrá tu silencio, vendrá el olvido de ti misma. Si eso deseas, te conduciré.