Derivaciones

(Lylia Cornelli)


El sueño me transporta a los sueños. El cansancio me remite al esfuerzo. La satisfacción surge de la búsqueda. El placer es encuentro. Al hallarnos, somos. Y al ser, con todas sus limitaciones, le dotamos de identidad, la cual queda definida por los elementos. Nosotros somos también los elementos. Los elementos nos embaten, mas también nos asisten. Flotamos en ellos y nos arrojan en brazos al uno del otro. Y en el abrazo nos sentimos. Y al sentirnos, un círculo de fuego protector nos rodea. Es el deseo. Y el deseo nos conecta. Y la conexión nos sumerge. Y la inmersión nos expulsa. Y sabiamente nos deriva a cada costa mutua. Llega entonces un momento en que, al inspirar profundamente, nos sentimos. Tal vez somos, de alguna manera, la otra vida. La que prospectamos pausadamente. La que nos mantiene a flote en el océano, encarando la travesía.